DE PASEO DOMINGUERO POR SITGES

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¡Que ganas tenia de volver a Sitges, como lo estoy echando de menos ahora en invierno! Ir a Sitges siempre me supone un “cargar pilas” inmediato. El  hecho de pasear por sus calles me impregna de positividad y buen rollo, y regreso a mi casa como nueva.

Como este último Domingo nos hizo un día fantástico aquí en nuestra Ciudad Condal, una amiga y yo decidimos darnos un buen y largo paseo por Sitges, así que cogimos el tren en la estación central de Sants, y en una media hora nos plantamos allí. Sitges está como a 30 km. de Barcelona, y tiene muy buena comunicación por tren, así que llegar hasta allí es bien fácil. El tiempo nos acompañaba: sol, cielo azul bien despejado, calorcito…. en fin, un espectáculo para la vista. El día perfecto para llenarte de esa energía que tanta falta nos hace a veces.

Nada mas bajar del tren ya vimos que el pueblo iba a estar lleno de gente. Todos estamos ávidos de sol, y en cuanto lucen unos pocos rayitos, aligeramos la ropa y salimos como los caracoles. Sitges además se está preparando para el Carnaval, que allí celebran muchísimo con fiesta y jolgorio por todas partes. Después de mirar unas cuantas tiendas de ropa (allí todo está abierto los fines de semana y festivos), estuvimos tomando un vermut en la calle del Pecado, una de las mas famosas del pueblo por la gran cantidad de bares y pubs que allí hay, y justo enfrente del Bar donde estuvimos ya tenían bien engalanada la casa, tal como os muestra la foto que hice y que os paso ahora:

Después de estar allí un buen rato, viendo el ir y venir incesante de gente que se movía por la calle, fuimos hasta el paseo marítimo, también llenísimo como era de esperar. Los había bien osados que se atrevieron a darse un chapuzón en el mar, pero la mayoría de gente ya podréis imaginar que simplemente se había sentado o tumbado en la arena aprovechando para empezar a tomar un poco de buen color.

Caminar por Sitges es siempre un espectáculo visual, ya que es absolutamente variopinta la gente que por allí se pasea. No necesitas mucho más si quieres pasar un rato agradable. Gente, tiendas, música y buen rollo es lo que define este lugar, sin duda alguna.

Y llegó la hora de comer …… y con ello la búsqueda de una mesa en algún restaurante. Difícil labor en un día como aquel, todo estaba a tope. Preguntamos en un par de sitios y lo tenían todo reservado. Al final pudimos sentarnos en un restaurante que nos gustó mucho y os puedo recomendar: “El rincón de Pepe”, en el mismo Paseo Marítimo (Paseo de la Ribera, tal como seria realmente, nº 35). Comimos muy bien y el servicio fue estupendo. Tienen un menú de “Domingo”, muy completo y con muchos platos a elegir, por 19,90 €. Tienen comedor dentro y también terraza. Tuvimos la suerte de poder comer en la terracita y al solecito. Mas no se podía pedir.

La carta consistía en una lista de entrantes fríos, o entrantes calientes, a elegir como primer plato. De segundo, podías optar entre diferentes arroces, incluida por supuesto la paella, algunos pescados y fideuas. Al final nos decidimos por unos entrantes fríos (mi amiga se pidió una coca de recapte, y yo una deliciosa ensalada con queso de cabra y frutos secos), y de segundo pedimos una fideuá, que estaba genial. Para beber, un vinito blanco bien fresquito. Y ya para postre, nos trajeron una carta de los que entraban en aquel menú: fruta del tiempo, diferentes helados, tarta sacher y tiramisú casero. Esa fue nuestra elección: el tiramisú. Y nos gustó mucho. Así que ya sabéis, si vais por Sitges y queréis comer bien, aquí podréis hacerlo. Os paso el link del restaurante por si quereis mas información:

http://www.hotelsitges.com/restaurante-el-rincon-de-pepe/restaurante#.Uwx2X-N5O_8

Una vez terminada nuestra buena comida continuamos caminando aprovechando la tarde. Fuimos hasta el final del paseo, donde están las escaleras que te llevan a la bonita iglesia que hay arriba (Iglesia de Santa Tecla).

Desde allí se observa una bonita vista del paseo y del mar. Fuimos después bajando hasta llegar a la playa de Sant Sebastià, no sin antes pasar por delante del Palau Maricel, un precioso sitio donde se celebran bodas civiles en uno de los Salones mas bonitos que se pueden ver para este tipo de ceremonias: el “Saló d’Or”. Si alguno de vosotros quiere casarse por lo civil y no sabe donde hacerlo, os recomiendo miréis esta opción. Os encantará el lugar sin duda. Y el entorno es maravilloso.

Al final de la Playa de Sant Sebastià está el Restaurante El Vivero, un sitio muy marinero y que está edificado en una roca sobre el mar, y al cual nos acercamos ya que nos dimos cuenta que han montado una terraza tipo Chill Out. Quisimos sentarnos para tomar algo, pero todas las mesas estaban llenas, así que lo dejamos para una próxima ocasión, a ver si hay más suerte.

Después de esto, regresamos al casco urbano del pueblo, ya que mi amiga quería tomar un café, y la llevé a un Bar donde los hacen buenísimos: El “Café Roy”, un bar que está en la calle Parellada, y que tiene ese punto de local antiguo y confortable a mi tanto me gusta. A mi amiga le encantó el café que le sirvieron, y quedó encantada. Otro sitio más para anotar en la agenda de sitios que merece la pena conocer.

Y ya poco más. Una vez acabados los cafés, volvimos a la estación, ya que casi eran las 7 de la tarde, el sol había desaparecido y se estaba refrescando el tiempo. Una pena, pero es así: hay que esperar que llegue el verano para tener las tardes más largas y el día se pueda aprovechar más.

No he querido extenderme en como es Sitges, ya que hay multitud de páginas y fotos en Internet que os ofrecen toda la información que podáis necesitar para moveros por allí. Simplemente he querido resumir como fue nuestro día, que os aseguro estuvo lleno de risas y buenas conversaciones.

Como siempre, os espero en un próximo post. Y disfrutad del Carnaval friends!!!!!